Un nuevo proyecto de ley en Túnez ha generado un intenso debate, presentado por varios diputados del parlamento con el objetivo de permitir el divorcio por mutuo acuerdo sin necesidad de pasar por el tribunal, permitiendo el divorcio directamente ante los notarios.
A pesar de que el proyecto cuenta con el apoyo de 105 diputados de un total de 154, esta iniciativa ha enfrentado una fuerte oposición de varias entidades legales y de derechos humanos, considerándola una amenaza para la familia tunecina, los derechos de las mujeres y una violación del código de estatus personal.
Los partidarios ven que el proyecto busca simplificar los procedimientos y aliviar la carga sobre los tribunales, especialmente en casos de divorcio sin disputas.
Por otro lado, los críticos ven lo contrario, el Consejo de la Asociación Nacional de Abogados envió una carta oficial al parlamento expresando su total rechazo a la propuesta, advirtiendo que llevaría al país a un estado de caos legal, al abrir la puerta a la ejecución sin una sentencia judicial y violar el principio del juicio justo y el derecho a la defensa.
La Unión Nacional de Mujeres Tunecinas, por su parte, no se ha quedado en silencio, sino que ha anunciado su firme rechazo a la modificación del artículo 32 del código de estatus personal, insistiendo en que el divorcio debe seguir siendo competencia exclusiva de los tribunales para garantizar la protección de las mujeres, las familias y la sociedad.
Considera que eliminar el papel del juez y la etapa de conciliación priva al proceso de divorcio de herramientas importantes para examinar y verificar los derechos de las partes.
Las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística indican que se registran más de 14,000 casos de divorcio al año en Túnez, es decir, un promedio de 38 casos al día, lo que refleja la magnitud del fenómeno y alerta sobre la estabilidad de las familias y su futuro.
Ante estos datos, el debate sigue vigente, entre quienes ven en el proyecto una simplificación necesaria de los procedimientos y quienes lo consideran una amenaza a los valores familiares y a los logros legales y sociales de las mujeres tunecinas.