La muerte ha llevado a uno de los personajes prominentes en la historia política tunecina, Fouad Mebazaa, el miércoles por la noche a la edad de 91 años, después de una larga trayectoria que se extendió por décadas, durante las cuales presenció transformaciones fundamentales en la escena nacional tunecina, siendo un testigo activo de sus capítulos.
Nacido el 15 de junio de 1933, Mebazaa inició su carrera política en la época del difunto presidente Habib Bourguiba, y continuó su presencia en posiciones de toma de decisiones durante la era del presidente Zine El Abidine Ben Ali, ocupando importantes cargos ministeriales, destacando como Ministro de Juventud y Deportes, y Ministro de Salud Pública. También fue alcalde de Cartago entre 1995 y 1997, y posteriormente fue nombrado embajador de Túnez en Marruecos.
Aunque parecía que su carrera se dirigía hacia el retiro político, un momento histórico lo devolvió al centro de los acontecimientos, cuando fue elegido el 15 de enero de 2011 para asumir la presidencia de la República de forma interina, tras la caída del régimen de Ben Ali, después de la revolución popular que cambió el rumbo de Túnez.
Mebazaa lideró el país durante una de las etapas más sensibles de su historia moderna, hasta que entregó el poder el 13 de diciembre del mismo año.
Anteriormente, había ocupado el cargo de Presidente de la Asamblea de Representantes del Pueblo, en la que fue elegido, y permaneció en el cargo hasta asumir la presidencia interina. A lo largo de su trayectoria, se destacó por su presencia tranquila y la huella que dejó en los entresijos del Estado, a pesar de los vaivenes políticos y los cambios de régimen.
Con la partida de Fouad Mebazaa, Túnez cierra un capítulo de un hombre experimentado en los asuntos del Estado en sus diferentes etapas, acompañando sus grandes transformaciones desde la independencia hasta el momento crucial de la transición democrática.