Los antiguos tweets del candidato socialista a la alcaldía de Nueva York, Zahir Mamdani, han generado un amplio debate en los círculos políticos y mediáticos estadounidenses, después de haber sido nuevamente difundidos recientemente.
Estos tweets se remontan a 2015, cuando Mamdani tenía veintitrés años, en los que criticaba el papel del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la vigilancia del ex líder de Al-Qaeda, Anwar al-Awlaki, acusando a las autoridades estadounidenses de empujar a Al-Awlaki hacia la radicalización y el terrorismo.
Cabe mencionar que Al-Awlaki, nacido en Nuevo México de padres yemeníes, estuvo directamente relacionado con los perpetradores de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y el gobierno estadounidense lo consideraba una gran amenaza hasta que fue asesinado en un ataque con aviones no tripulados en 2011 por orden del presidente Barack Obama, en una operación que algunos describieron como excepcional al dirigirse contra un ciudadano estadounidense sin presentar cargos formales en su contra.
En sus tweets, Mamdani cuestionó la transparencia de las investigaciones del FBI sobre la vigilancia de Al-Awlaki, afirmando que esa vigilancia podría haber sido la causa de su transformación en terrorista, lo que desencadenó una ola de duras críticas de familias de las víctimas del 11 de septiembre y de funcionarios antiterroristas que calificaron sus declaraciones como insultantes e inaceptables.
Por su parte, el ex congresista Peter King expresó su fuerte disgusto, exigiendo la exclusión de Mamdani de la carrera por la alcaldía, mientras que Jim McCarvrey, teniente retirado del Departamento de Bomberos de Nueva York y yerno de una de las víctimas de los ataques, calificó las declaraciones de Mamdani como "aterradoras" y "ofensivas".
En un contexto relacionado, Tom Von Essen, ex comisionado del Departamento de Bomberos durante los eventos del 11 de septiembre, se burló de la candidatura de Mamdani, considerando que la ciudad no necesita un alcalde que "culpe al gobierno de crear criminales".
Este debate surge en un momento en el que Nueva York está experimentando elecciones muy disputadas para el cargo de alcalde, en medio de crecientes críticas y fuertes tensiones políticas hacia la gestión gubernamental local, especialmente en temas de seguridad y crimen.