El director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), John Ratcliffe, reveló a los miembros del Congreso que los ataques militares a Irán han infligido un golpe devastador al programa nuclear de Teherán, retrocediéndolo años.
Según un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato, Ratcliffe explicó durante una sesión secreta que el ataque se dirigió a la única instalación de conversión de metales en Irán, la cual es un elemento clave en la producción de los materiales necesarios para fabricar una bomba nuclear.
También señaló que la gran mayoría del uranio enriquecido que Irán almacenaba sigue enterrado bajo los escombros en las instalaciones de Isfahán y Fordo, lo que significa un obstáculo para la capacidad de Teherán de desarrollar un arma nuclear en un futuro cercano.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump declaró en una entrevista televisiva que el programa nuclear iraní ha sido "eliminado de una manera sin precedentes", confirmando que este golpe significa el fin de las ambiciones nucleares de Irán "al menos por un tiempo".
Estas declaraciones se producen mientras la administración de Trump continúa brindando informes de inteligencia a los legisladores estadounidenses sobre la efectividad de los ataques, en un momento en el que aumentan las preguntas sobre el futuro del acuerdo nuclear y la estabilidad en la región tras la reciente tregua con Israel.