El cólera arrasa Sudán mientras los hospitales son bombardeados... ¿Logrará la capital sobrevivir?
May 31, 20253 VisitasTiempo de lectura: 3 minutos
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El Sudán está experimentando un grave brote de cólera en medio de una guerra sangrienta entre el ejército sudanés y las fuerzas de apoyo rápido lideradas por tribus armadas, lo que ha empeorado la crisis sanitaria debido a los continuos bombardeos y enfrentamientos armados. En el estado de Kordofán del Norte, las fuerzas de apoyo rápido lanzaron un intenso bombardeo contra dos hospitales en la ciudad de Al-Obaid, lo que resultó en la muerte de 6 personas y 12 heridos, y sacaron completamente de servicio al Hospital Al-Daman, según confirmaron la administración del hospital y una fuente militar a "France Presse". El Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su "alarma" por estos ataques, instando a proteger las instalaciones de salud y a su personal, enfatizando que "la mejor medicina es la paz". Los ataques a los hospitales agravan la crisis del cólera que ha afectado Jartum y otras áreas, donde los médicos enfrentan una grave escasez de suministros y recursos, viéndose obligados a tratar a los pacientes en condiciones extremas, incluyendo salas temporales en tiendas bajo temperaturas de hasta 40 grados centígrados. El cólera, una infección intestinal aguda transmitida a través de agua y alimentos contaminados, ha causado la muerte de decenas de personas en Jartum en la última semana, con pacientes, especialmente niños, sufriendo de diarrea severa y vómitos, lo que puede llevar a una deshidratación grave si no se administra tratamiento inmediato. La situación se ha agravado debido a los cortes continuos de electricidad que han afectado las plantas de energía, como resultado de los ataques aéreos con drones realizados por las fuerzas de apoyo rápido, privando a millones de personas de agua potable. Los hospitales sudaneses enfrentan una crisis real, ya que aproximadamente el 90% de ellos han sido cerrados en diferentes momentos debido a los bombardeos y saqueos, según el sindicato de médicos. Además, las instalaciones de salud son atacadas y bombardeadas periódicamente, lo que aumenta el sufrimiento de los civiles y obstaculiza los esfuerzos de socorro. En Darfur, las fuerzas de apoyo rápido continúan bombardeando la ciudad de Al-Fashir, que sigue bajo control del ejército, mientras intentan controlar áreas estratégicas en Kordofán del Norte y del Sur, como la reciente toma de las ciudades de Al-Dibeibat y Al-Khuway. El control se distribuye entre el ejército, que domina el centro, este y norte del país, y las fuerzas de apoyo rápido que controlan la mayor parte de Darfur y partes del sur. La guerra ha causado la muerte de decenas de miles y el desplazamiento de 13 millones de personas interna y externamente, en lo que las Naciones Unidas han descrito como "la peor crisis humanitaria del mundo". Jartum y sus alrededores enfrentan enormes daños en la infraestructura de salud y saneamiento, con más de 34,000 desplazados regresando a hogares destruidos que carecen de servicios básicos de agua limpia. Por su parte, el Comité Internacional de Rescate advirtió de una "catástrofe sanitaria generalizada" debido a la intersección de factores de conflicto, desplazamiento y destrucción de infraestructuras, lo que alimenta la propagación del cólera y otras enfermedades mortales. El Programa Mundial de Alimentos confirmó que sus instalaciones han sido objeto de repetidos bombardeos que han afectado significativamente su capacidad para llevar a cabo operaciones humanitarias. En medio de esta crisis, el enviado del presidente de los Estados Unidos ha instado a garantizar un acceso seguro y sostenible para los equipos humanitarios, afirmando que las violaciones contra civiles y los obstáculos a los esfuerzos de socorro deben ser abordados seriamente.