La tensión está aumentando en la ciudad de Jaramana, en las afueras de Damasco, después de enfrentamientos mortales entre las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno sirio y otros combatientes, lo que resultó en la muerte de un miembro de seguridad y heridas en otros, generando temores de una escalada mayor en la región.
En un desarrollo peligroso, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa, Israel Katz, emitieron órdenes directas al ejército para prepararse para intervenir militarmente en Jaramana, acusando a las autoridades del nuevo gobierno sirio de lanzar un "ataque" contra los drusos en la zona.
Katz declaró en un comunicado oficial: "Si el régimen sirio daña a los drusos, lo golpearemos sin dudarlo", añadiendo que Israel está comprometido a proteger a los drusos en Siria al igual que protege a los drusos en el interior.
Según fuentes locales, los enfrentamientos estallaron el viernes por la noche cuando un puesto de control detuvo a combatientes locales, lo que provocó una discusión que rápidamente se convirtió en un tiroteo en el que murió un miembro de seguridad y otro resultó herido. En respuesta, los combatientes atacaron temporalmente la estación de policía en Jaramana y la tomaron.
La agencia "SANA" citó al Mayor Hussam Al-Tahan, director de seguridad de las afueras de Damasco, diciendo que el puesto de control detuvo a miembros del Ministerio de Defensa mientras ingresaban a la zona para visitar a sus familiares, y después de entregar sus armas, fueron golpeados y su automóvil fue tiroteado, lo que resultó en la muerte de uno de ellos y en heridas en otro.
Los líderes y ancianos de Jaramana actuaron rápidamente para contener la situación, emitiendo una declaración contundente en la que rechazaron cualquier intento de provocar conflictos y se comprometieron a exponer a todos los que violen la ley y entregar a los responsables de los disparos a las autoridades.
Rabei Monzer, miembro del Grupo de Acción Civil en Jaramana, dijo: "Somos árabes sirios que estamos aferrados a nuestra tierra y no hemos pedido protección a nadie. No permitiremos que se nos utilice como peones, y el gobierno sirio responderá a Netanyahu en el momento adecuado".
A pesar de los violentos eventos, Jaramana está experimentando actualmente una calma cautelosa, en medio de negociaciones continuas entre las autoridades de seguridad y los líderes para entregar a los buscados. Además, fuentes locales han confirmado que no es cierto que haya movimientos de convoyes armados desde Suweida hacia Jaramana.
En un contexto relacionado, fuentes locales han confirmado que los sonidos escuchados en la ciudad no fueron enfrentamientos, sino celebraciones por la llegada del jeque Laith al-Balous a Jaramana, donde fue recibido por varios residentes y líderes.
Entre las presiones israelíes, los esfuerzos del gobierno sirio por afirmar su control y las tensiones internas, Jaramana sigue siendo un cruce peligroso. ¿Se calmará la tormenta, o las cosas se encaminarán hacia una escalada incontenible?