B13-61: La bomba que supera a Hiroshima 24 veces y revive el espectro de la Guerra Fría.
April 13, 2025165 VisitasTiempo de lectura: 3 minutos
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En un paso sin precedentes que refleja importantes cambios en los equilibrios estratégicos, Estados Unidos ha acelerado el desarrollo de un nuevo arma nuclear llamada B13_61, se espera que supere en 24 veces la capacidad destructiva de la bomba de Hiroshima. Esta bomba, con una potencia máxima de 360 kilotones, se encuentra entre las armas nucleares más poderosas desarrolladas desde el final de la Guerra Fría, y es uno de los componentes destacados de un plan integral de modernización del arsenal nuclear estadounidense. El proyecto parece avanzar más rápido de lo esperado; un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU. confirmó en una entrevista con Fox News que la primera unidad de producción de la nueva bomba se completará antes del final del año fiscal actual, siete meses antes de lo previsto. Esta aceleración refleja un gran avance en los esfuerzos de fabricación basados en la experiencia adquirida del desarrollo de la versión anterior B12_61, junto con la adopción de técnicas de ingeniería avanzadas que han reducido el tiempo de producción en un 25%, según informaron los Laboratorios Nacionales de Sandia, responsables del desarrollo de la bomba. La B13_61 es una versión mejorada de la bomba nuclear B61, diseñada específicamente para ser lanzada desde aviones de alta velocidad para golpear objetivos estratégicos fortificados y de largo alcance. La nueva bomba forma parte de siete programas principales para modernizar las armas nucleares estadounidenses, clasificándose como una de las armas más importantes y extendidas en el arsenal nuclear moderno de EE. UU., un claro indicio de un cambio notable en las políticas de disuasión militar estadounidense. En medio de estos desarrollos, Brandon Williams, nominado por el expresidente estadounidense Donald Trump para dirigir la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, compareció ante una audiencia en el Senado, donde afirmó que no planea recomendar la reanudación de pruebas nucleares que se detuvieron en 1992, explicando que tales decisiones están más allá de sus competencias directas. Sin embargo, la senadora demócrata Jackie Rosen expresó su preocupación por cualquier posibilidad de reanudar estas pruebas, recordando los amplios daños causados por las pruebas anteriores en suelo estadounidense durante la Guerra Fría. El nuevo enfoque hacia el aumento de la potencia destructiva de las armas nucleares, impulsado por crecientes desafíos de seguridad global, plantea importantes interrogantes sobre el futuro de la disuasión nuclear y los equilibrios geopolíticos, en un momento en que el mundo experimenta perturbaciones aceleradas y cambios sin precedentes en las relaciones de poder.