En un paso político llamativo, el Senado estadounidense, dominado por los republicanos, votó en contra de una resolución que obligaría al presidente Donald Trump a obtener autorización del Congreso antes de emprender cualquier acción militar adicional contra Irán, con 53 votos a favor y 47 en contra.
La resolución, presentada por el senador demócrata Tim Kaine de Virginia, fue una respuesta a la creciente tensión entre Washington y Teherán, ante las repetidas amenazas de Trump de lanzar nuevos ataques contra Irán si continúa enriqueciendo uranio a niveles altos.
En una conferencia de prensa, el presidente estadounidense afirmó que no dudaría en "atacar a Irán nuevamente" si las agencias de inteligencia determinan que Teherán sigue desarrollando sus capacidades nucleares para producir armas nucleares, y dijo: "Sin duda, lo haré".
Trump también comentó sobre la reciente tregua entre Israel e Irán: "Ese fue el momento adecuado para poner fin a la guerra".
La resolución rechazada en el Senado buscaba limitar los poderes militares ejecutivos del presidente y obligarlo a consultar al Congreso antes de cualquier escalada, pero el apoyo de la mayoría republicana mantuvo sus manos libres en este asunto sensible.
Este desarrollo se produce en un momento en que aumentan los temores internacionales de un renovado enfrentamiento entre Washington y Teherán, especialmente después de los recientes ataques a instalaciones iraníes, con crecientes advertencias sobre el deslizamiento de la región hacia un conflicto más amplio.