Vitamina B12... un elemento esencial con grandes beneficios, pero que puede convertirse en una carga para la salud si se abusa de su uso.
Esta vitamina vital, que desempeña un papel crucial en el apoyo a los nervios, la producción de glóbulos rojos y la contribución a la formación de ADN, puede convertirse en una fuente de molestias y posiblemente de peligro si se consume en dosis altas y durante períodos prolongados.
Según un informe del periódico "Times of India", se advierte que las dosis excesivas de esta vitamina, especialmente al consumirla como suplemento dietético o por inyección, pueden causar una serie de efectos secundarios que van desde molestos hasta preocupantes.
Entre estos síntomas se encuentran problemas digestivos como náuseas, hinchazón y diarrea, que aunque no son graves, pueden persistir y afectar la calidad de vida, especialmente si se continúa consumiéndola sin comida.
Por otro lado, algunas personas pueden experimentar la aparición o empeoramiento del acné, especialmente en la cara y la espalda, debido al efecto de la vitamina B12 en la alteración de las bacterias de la piel o en la inducción de desequilibrios hormonales.
Algunos también han informado de mareos frecuentes o dolores de cabeza, síntomas completamente incomprensibles, pero que pueden estar relacionados con cambios en la presión arterial o la circulación sanguínea.
Lo que más preocupa es la posibilidad de reacciones alérgicas raras pero graves, como erupciones cutáneas, picazón, hinchazón facial o incluso dificultad para respirar, especialmente al usar inyecciones. Estos casos requieren atención médica inmediata.
Las personas con enfermedades renales deben tener extrema precaución, ya que la acumulación de B12 en el cuerpo debido a la disfunción renal puede empeorar su estado de salud, incluso si no muestran síntomas de toxicidad directa.
Por lo tanto, a pesar de la importancia de esta vitamina, el equilibrio es fundamental.
La dosis adecuada debe determinarse según las necesidades del cuerpo y la recomendación del médico, no solo basándose en la creencia común de que "las vitaminas siempre son seguras".