Una crisis humanitaria catastrófica amenaza a El Fasher en el norte de Darfur en medio de advertencias de hambruna y la propagación de la epidemia de cólera

La ciudad de El Fasher en el estado de Norte de Darfur enfrenta una de las peores crisis humanitarias en Sudán desde el estallido del conflicto entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido, según advertencias de activistas locales. Los activistas han confirmado que la ciudad "se dirige a pasos agigantados hacia una hambruna inminente" debido al asedio asfixiante impuesto por las Fuerzas de Apoyo Rápido, y la completa paralización de las cocinas benéficas ("takaia"), en medio de la falta de una respuesta internacional efectiva.
Los activistas señalaron en declaraciones exclusivas a "Al Arabiya/Al Hadath" el sábado que "el asedio a la ciudad ha entrado en su quincuagésimo mes sin ninguna indicación de que la crisis humanitaria termine", lo que agrava el sufrimiento de los civiles atrapados.
En un contexto relacionado, los campos de desplazados en la región están experimentando un brote grave de cólera, con 49 muertes registradas en las últimas 24 horas, lo que eleva el número acumulado de casos desde la aparición de la enfermedad en junio pasado a 2719 casos. Fuentes médicas informaron que 93 pacientes fueron ingresados en centros de aislamiento, entre ellos 11 niños.
En el estado vecino de Kordofán del Oeste, la "Sala de Emergencias de Dar Humar" (encargada de monitorear las condiciones humanitarias y de seguridad) anunció que 250 ciudadanos han sido infectados con cólera y 15 más han muerto en las áreas de acogida de los desplazados, que huyeron del campo occidental y meridional de la ciudad de Al-Nuhud tras los ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
La coordinación general de los campos de desplazados y refugiados en Sudán había advertido anteriormente sobre la propagación del cólera en Darfur, señalando que el número de infecciones había superado los 2500 casos, de los cuales 46 resultaron en muertes.
Esto ocurre en un momento en que las Fuerzas de Apoyo Rápido continúan intensificando sus ataques en El Fasher, mientras que los esfuerzos internacionales han fracasado en lograr un alto el fuego humanitario que permita la entrada de ayuda a la ciudad sitiada desde hace más de un año.
Las preocupaciones aumentan sobre la posibilidad de que la crisis se convierta en una catástrofe humanitaria sin precedentes, con el continuo deterioro de las condiciones de salud y vida y la falta de intervenciones efectivas para salvar a los civiles.