Una mujer se declara culpable en el caso de venta de ketamina que causó la muerte de la estrella de "Friends" Matthew Perry

Una mujer llamada Jasmin Sanga (42 años) se declaró culpable de cargos relacionados con la venta de ketamina que llevó a la muerte de la estrella de la serie de televisión "Friends", Matthew Perry, en 2023. Esta declaración se realizó ante un tribunal en California el miércoles, lo que le evita un juicio ante un jurado.
Sanga, conocida en algunos círculos de Hollywood como la "Reina de la Ketamina", enfrenta una posible pena de prisión de hasta 65 años como parte de un acuerdo de declaración de culpabilidad, que incluye varios cargos en su contra, entre ellos la distribución de la ketamina que causó la muerte. En este sentido, su abogado Mark Geragos dijo a la agencia "AFP" a mediados de agosto: "Ella acepta la responsabilidad por sus acciones".
Esta declaración lleva a la fiscalía a retirar algunos de los cargos que se le habían presentado inicialmente.
La muerte de Matthew Perry, quien fue encontrado inconsciente en una bañera de hidromasaje en su apartamento en octubre de 2023, conmocionó a los fans de "Friends", y fue seguida por una ola de elogios al fallecido actor en Hollywood. El actor, que interpretó a Chandler Bing en la famosa serie, había hablado públicamente sobre sus problemas con la adicción.
Según la investigación, Perry estaba tomando ketamina bajo supervisión médica como parte de sesiones de tratamiento para la depresión, pero esta droga legal a veces se usa de manera indebida para fines recreativos o estimulantes. Perry había recaído en la adicción en otoño de 2023.
Además de Sanga, cuatro personas están siendo juzgadas por su implicación en la muerte de Perry, y todas ellas habían acordado previamente declararse culpables.
Según la investigación, Jasmin Sanga vendió decenas de dosis de ketamina a Matthew Perry. Durante un registro en su casa, los investigadores encontraron 80 frascos de ketamina, además de metanfetamina y cocaína.
Los investigadores desde el principio se fijaron en la personalidad de Sanga, amante de las fiestas lujosas, que solía publicar fotos en "Instagram" de sus viajes extravagantes, a veces en aviones privados, y de sus joyas brillantes. En cuanto a la ketamina, Sanga presumía de su capacidad para "satisfacer cualquier pedido", según la investigación, gracias a sus conexiones con un "chef" y un "científico".