Tras los recientes enfrentamientos en Jabalá entre la seguridad general siria y grupos armados de sabotaje, el enviado de las Naciones Unidas a Siria, Geir Pedersen, declaró que "está preocupado por los informes de enfrentamientos en las zonas costeras y la pérdida de vidas civiles".
También afirmó: "Hay una necesidad urgente de que todas las partes se contengan y garanticen el respeto a la protección de los civiles de acuerdo con el derecho internacional".
Y añadió: "Todas las partes deben abstenerse de acciones que puedan socavar la estabilidad de Siria y obstaculizar la transición política".
Desde hace tres días, la provincia de Latakia ha estado experimentando tensiones debido a los ataques de sabotaje perpetrados por elementos de los remanentes del régimen derrocado, lo que resultó en la muerte de 15 miembros de las fuerzas de seguridad general y en un estado de miedo entre los habitantes de la zona. Sin embargo, la seguridad, en coordinación con el Ministerio de Defensa, logró restablecer el control en la zona y llevar a cabo operaciones de limpieza para garantizar la seguridad de los habitantes y eliminar los grupos de sabotaje que amenazan la seguridad de la región.