El FBI obliga a sus empleados a pasar una prueba de detección de mentiras para evaluar su lealtad al director

En un fenómeno que ha causado un gran impacto en los círculos estadounidenses, la Oficina Federal de Investigaciones ha sometido a sus empleados a una prueba de detección de mentiras para evaluar su lealtad al director de la oficina, Christopher Wray, nombrado por el presidente estadounidense Donald Trump.
El periódico The New York Times informó sobre el incidente, y señaló que el director del FBI ha intensificado el uso del polígrafo desde que fue nombrado por el presidente Donald Trump al frente de la oficina.
El periódico citó a personas familiarizadas con las preguntas, indicando que Wray ha preguntado a altos funcionarios si han dicho o filtrado algo negativo sobre él.
Altos funcionarios dentro de la oficina fueron obligados a someterse a la prueba de detección de mentiras para identificar quién filtró a la prensa que Wray solicitó un arma, a pesar de ser un agente civil.
Varias fuentes informaron al periódico que a decenas de funcionarios se les pidió que se sometieran a la prueba, pero no está claro cuántos fueron interrogados sobre el director.
Ex altos funcionarios del FBI dijeron al New York Times que estas pruebas tienen un carácter político.
James Davidson, un ex agente que sirvió 23 años en la oficina, dijo: "La lealtad de un empleado del FBI debe ser hacia la Constitución, no hacia el director o su subdirector. El simple hecho de que este tema esté en el radar de Wray muestra su debilidad de carácter".
The Telegraph informó que esta medida forma parte de un enfoque más amplio de la administración Trump para evitar la filtración de información sensible y responsabilizar a los responsables de estas filtraciones.