El Banco Mundial y la Agencia Internacional de Energía Atómica firman un acuerdo para apoyar la energía nuclear segura en los países en desarrollo

El Banco Mundial y la Agencia Internacional de Energía Atómica anunciaron el lanzamiento de una nueva asociación para promover el desarrollo y financiamiento de la energía nuclear segura en los países en desarrollo, incluida la extensión de la vida útil de los reactores existentes, durante la firma de un memorando de entendimiento entre las partes hoy jueves 26 de junio, en la capital francesa, París.
Está previsto que el acuerdo sea firmado por el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, y el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, en un paso que marca el regreso del banco al financiamiento de proyectos nucleares después de años de interrupción.
En un comunicado conjunto emitido por ambas instituciones se señaló que la colaboración incluirá la construcción de conocimiento en el campo nuclear, con un enfoque en mejorar la comprensión de cuestiones de seguridad nuclear, seguridad, planificación energética y gestión de desechos radiactivos. El comunicado también indicó que la asociación se centrará en extender la vida útil de las plantas nucleares en funcionamiento actualmente, considerándolas como una fuente de energía limpia de bajo costo, además de acelerar el desarrollo de reactores nucleares pequeños diseñados para adaptarse a las necesidades de los países en desarrollo.
En este sentido, Ajay Banga destacó la importancia de la energía nuclear para apoyar el desarrollo económico, diciendo: "Proporcionar electricidad es esencial para crear oportunidades de empleo en diversos sectores, dado que las fábricas, hospitales, escuelas y sistemas de agua dependen de la energía eléctrica." Y agregó: "Por esta razón, consideramos la energía nuclear como parte de la solución... y un elemento del mix energético que el Banco Mundial puede ofrecer a los países en desarrollo para ayudarles a alcanzar sus aspiraciones."
Por su parte, Rafael Grossi consideró que este acuerdo es una clara señal del retorno de la confianza mundial en la energía nuclear como una opción realista, diciendo que "podría abrir la puerta a bancos de desarrollo multilaterales e inversores del sector privado para considerarla como un medio efectivo para lograr la seguridad energética."
Esta colaboración se enmarca en los esfuerzos internacionales para promover fuentes de energía bajas en carbono, especialmente en países que enfrentan desafíos para satisfacer la creciente demanda de electricidad mientras cumplen con sus compromisos ambientales.