La Casa Blanca abre una investigación sobre las acusaciones de "encubrimiento de la salud mental" del ex presidente Biden.

El presidente estadounidense Donald Trump emitió el miércoles 4 de junio una directiva para abrir una investigación oficial sobre las acusaciones de que los asociados de su predecesor, Joe Biden, "conspiraron" para ocultar su estado mental y tomar posesión de sus poderes presidenciales, según un comunicado emitido por la Casa Blanca.
El comunicado presidencial indicó que Trump encargó al abogado general de la Casa Blanca "investigar, dentro de los límites de la ley, si algunas personas conspiraron para mentir al público sobre la condición mental de Biden, y ejercer los poderes presidenciales y responsabilidades en violación de la Constitución".
En respuesta, el expresidente Joe Biden condenó este paso, declarando en un comunicado: "Permítanme ser claro: fui yo quien tomó decisiones durante mi presidencia. Fui yo quien tomó decisiones sobre perdones, órdenes ejecutivas, legislación y declaraciones. Cualquier insinuación de que no lo hice es ridícula y falsa".
La nueva investigación también incluyó acusaciones sobre el uso por parte de Biden de una firma automática para firmar perdones y documentos presidenciales, un movimiento que algunos observadores consideran que aumenta la presión política sobre el expresidente, especialmente con la demanda de legisladores republicanos de interrogar a sus asistentes.
El uso de la firma automática se remonta a décadas anteriores en la presidencia de Estados Unidos, pero Trump afirmó que algunas decisiones de Biden son "inválidas", acusando a sus asistentes de aprovechar el dispositivo para ocultar lo que describió como "el deterioro de sus capacidades mentales".
En un comunicado oficial, agregó: "Esta conspiración es una de las más peligrosas vergüenzas en la historia de Estados Unidos. La verdad ha sido ocultada al pueblo estadounidense sobre quién ejercía el poder ejecutivo, mientras que la firma de Biden se utilizó para realizar cambios radicales en las políticas".
La fiscal general Pam Bondi y el asesor legal de la Casa Blanca, David Warrington, supervisarán la investigación.
En un contexto relacionado, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el republicano Jim Jordan, solicitó entrevistas oficiales con cinco altos asistentes anteriores de Biden, alegando que participaron en "una gran operación de encubrimiento que es una de las mayores vergüenzas en la historia del país".
Por su parte, los demócratas calificaron la investigación como "una distracción política", en referencia al clima de polarización aguda que atraviesa la arena política estadoun