La autoridad intelectual de la comunidad de musulmanes monoteístas condena los repetidos ataques israelíes y las intervenciones extranjeras en los asuntos de Siria.

La jerarquía religiosa de la comunidad musulmana drusa condenó hoy lunes los repetidos ataques israelíes y las intervenciones extranjeras en los asuntos de Siria en todas sus formas, con el objetivo de socavar su seguridad y estabilidad, reafirmando su colaboración con todos para restaurar la seguridad en las áreas que han presenciado eventos lamentables en las provincias de Rif Dimashq y Al-Suwayda, rechazando la incitación y la provocación de conflictos entre los hijos del pueblo sirio. Según "SANA", el jeque de la comunidad musulmana drusa, Yusuf Jarbu, declaró: "Condenamos enérgicamente los ataques israelíes en su totalidad, así como las intervenciones y agresiones extranjeras en todas sus formas, ya que tienen un impacto negativo en la situación siria en general. Consideramos los ataques como una injerencia externa y una violación de la soberanía nacional por la cual los sirios han derramado sangre". El jeque Hamoud Al-Hanawi, de la comunidad musulmana drusa, afirmó que la agresión contra la patria es condenable y ningún ciudadano puede aceptarla ni estar de acuerdo con ella, al igual que cualquier violación interna o externa. Añadió que "la intervención extranjera tiene efectos negativos en la seguridad nacional y de los ciudadanos", advirtiendo sobre las violaciones internas que también afectan la seguridad de los habitantes. El jeque Al-Hanawi subrayó la importancia de que el estado intervenga para imponer la seguridad, prevenir estas violaciones y los conflictos sectarios, detener los enfrentamientos, y disuadir a los infractores que perjudican a los ciudadanos pacíficos y actúan sin órdenes de los funcionarios y autoridades estatales. Los jeques mencionaron los esfuerzos realizados para facilitar la restauración de la seguridad y la estabilidad en áreas como Yarmouk, Ashrafieh, Sahneya en Rif Dimashq y varias zonas en Al-Suwayda, tras los recientes ataques internos y enfrentamientos que han afectado la seguridad de los ciudadanos. Respecto al acuerdo de cese al fuego, el jeque Yusuf Jarbu mencionó: "Se llegó a un acuerdo en presencia de los tres jeques en misión, así como algunas figuras sociales, sobre varios puntos que actualmente se están implementando, incluido el acuerdo de que la seguridad pública sea responsabilidad exclusiva de los habitantes de la provincia de Al-Suwayda en colaboración con el Ministerio del Interior, supervisados por un enviado designado por ellos". El jeque Al-Hanawi señaló que el acuerdo implica fortalecer el papel del Ministerio del Interior y la policía local en la provincia, con la aceptación de sus cláusulas por parte de los funcionarios, quienes se comprometieron a implementarlas, ya que contribuyen a promover la seguridad y la estabilidad, brindar tranquilidad a los ciudadanos, facilitar las tareas necesarias para la construcción del estado, y garantizar una vida segura para todos los ciudadanos. El jeque Yusuf Jarbu solicitó la formación de comités de investigación para esclarecer los hechos ocurridos en Rif Dimashq y en las afueras de Al-Suwayda. Ambos jeques enfatizaron la necesidad de priorizar el diálogo y la sabiduría en estas circunstancias, rechazando la incitación y la agitación repugnante que algunos practican para avivar los ánimos, sembrar la discordia, fomentar la división y el sectarismo entre los hijos del pueblo sirio, que a lo largo de su historia han vivido en armonía y amor entre todas sus facciones y componentes en esta tierra que seguirá siendo una y unida gracias a la colaboración de los sirios, afianzando los valores de fraternidad, amor y tolerancia, permaneciendo unidos contra la discordia y la corrupción.