Documento sirio revela la contratación de oficiales militares en el cuerpo diplomático del régimen anterior.

El sitio web "Zaman Al-Wasl" reveló un documento oficial emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria el 4 de abril de 2022, que muestra una política sistemática seguida por el régimen anterior de asignar oficiales militares a misiones diplomáticas, lo que plantea dudas sobre la credibilidad de la representación exterior y los criterios de calificación diplomática en ese momento.
El documento estaba firmado por el ex embajador "Imad Mustafa" en su calidad de director del Instituto Diplomático, y dirigido al Ministerio de Defensa, solicitando que se otorgue permiso a cuatro oficiales de unidades militares involucradas en los eventos sirios para unirse al "Curso de Capacitación Diplomática" como preparación para su nombramiento en el cuerpo diplomático.
Según el documento, los cuatro oficiales pertenecen a formaciones militares implicadas en la represión de la revuelta popular desde 2011, principalmente la "Brigada 25 de Misiones Especiales" y la "Octava Brigada de Tanques", lo que plantea sospechas sobre el uso de la diplomacia como cobertura para reciclar elementos de seguridad controvertidos a nivel internacional.
Entre los nombres mencionados destaca "Mohammed Firas Noulatti", quien actualmente sirve en la misión siria ante las Naciones Unidas en Nueva York, después de haber sido miembro de la "Brigada 25 de Misiones Especiales" liderada por Suheil al-Hassan, una unidad acusada de cometer graves violaciones en Idlib y Aleppo.
La lista también incluye a "Osama Mohammed Mansour" de la Octava Brigada de Tanques, quien participó en operaciones militares en áreas de Damasco y Daraa.
Por otro lado, "Fayez Shaban Shahin" de la Dirección General del Ministerio de Defensa, con afiliación militar en agencias de seguridad implicadas en violaciones, plantea dudas sobre los criterios de selección de diplomáticos bajo el régimen anterior.
El cuarto nombre es "Iyad Mukhlis Abu Hamoud", también perteneciente a la Octava Brigada de Tanques, que jugó un papel en operaciones militares en las afueras de Daraa y Homs.
En este contexto, el informe de "Zaman Al-Wasl" llamó a una urgente revisión internacional de los antecedentes de los empleados del cuerpo diplomático sirio, especialmente aquellos nombrados desde el inicio de la revolución, y a revisar sus expedientes para determinar su implicación en violaciones de derechos humanos o crímenes de guerra, lo que requeriría su rendición de cuentas de acuerdo con el derecho internacional.