La seguridad pública se compromete a proteger "la paz civil" y "garantizar la seguridad de los ciudadanos".

Kanafti señaló que "responsabilizaremos a todos los implicados en los ataques, ya sean seguidores del régimen o ladrones y perturbadores de la seguridad, tomaremos todas las medidas legales en su contra".
Kanafti destacó que "no permitiremos la incitación o el ataque a ningún componente del pueblo sirio, la supremacía de la ley es la única garantía para lograr la justicia".
Concluyó su declaración diciendo: "Instamos a los ciudadanos a no dejarse llevar por llamamientos incitadores, y dejar el asunto en manos de las instituciones competentes, las fuerzas de seguridad continuarán persiguiendo a los asesinos y a los seguidores del expulsado régimen de Assad, y tratarán con firmeza a cualquiera que amenace la seguridad y la estabilidad".