Protestas y arrestos en Estambul después de la publicación de una caricatura "ofensiva para los valores religiosos"

Las calles de Estambul fueron escenario de violentos enfrentamientos el lunes 30 de junio, entre las fuerzas de seguridad y manifestantes enojados por una caricatura publicada en la revista satírica "LeMan", considerada ofensiva para los valores religiosos.
La policía respondió utilizando balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes, mientras las autoridades anunciaron la detención de cuatro personas, incluido el dibujante de la caricatura y funcionarios de la revista.
El fiscal de Estambul ordenó la detención de editores de la revista tras ser acusados de publicar una caricatura "ofensiva para los valores religiosos", según un comunicado oficial. El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, anunció la detención del caricaturista Dr. B. (referido por sus iniciales) y dos responsables de la revista y el diseñador gráfico.
El ministro publicó en la plataforma "X" videos que mostraban la detención de los sospechosos en sus hogares durante la noche, acompañados de un comentario que decía: "Se ha arrestado al tal Dr. B., quien dibujó esta caricatura ofensiva, y se le ha detenido", confirmando que "estas personas sin vergüenza serán llevadas ante la justicia".
Las protestas se intensificaron tras la difusión de la noticia sobre la caricatura, con decenas de manifestantes atacando un bar frecuentado por empleados de "LeMan" en el centro de Estambul, lo que provocó enfrentamientos con la policía.
Según un corresponsal de la agencia "France Presse", entre 250 y 300 personas participaron en los enfrentamientos, que involucraron el uso de munición no letal y gases lacrimógenos.
Por su parte, la revista "LeMan" negó las acusaciones en su contra, y su editor en jefe, Tunçay Akgün, declaró a France Presse que la caricatura fue "interpretada incorrectamente". La revista también defendió la caricatura en la plataforma "X", acusando a ciertas partes de una "interpretación intencionalmente errónea".
En otra reacción oficial, el ministro de Justicia, Yilmaz Tonga, anunció la apertura de una investigación penal por "ofender públicamente los valores religiosos", y escribió en "X": "La blasfemia contra nuestras creencias es totalmente inaceptable".