El nuevo Papa, León XIV (Robert Francis Prevost), el primer Papa estadounidense en la historia de la Iglesia Católica, presidió una misa en la Capilla Sixtina hoy viernes 9 de mayo, en medio de una expectación mundial por sus acciones y palabras en los próximos días.
El Papa (69 años), conocido por su pasión por la historia cristiana y las matemáticas, pronunció su primera homilía después de su elección, durante la misa transmitida por los medios del Vaticano, en presencia de los cardenales.
Primera aparición y presencia mundial
En su primera aparición pública el jueves por la noche desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa saludó a más de 1.4 mil millones de católicos en todo el mundo diciendo: "La paz esté con todos ustedes" con un claro acento estadounidense, y luego añadió emocionado: "Gracias al Papa Francisco", quien falleció a los 88 años el 21 de abril, agradeciendo también a los cardenales por su elección.
Las multitudes celebraron su asunción con aplausos entusiastas, mientras las campanas de la catedral sonaban durante más de una hora después de que el humo blanco saliera de la chimenea de la Capilla Sixtina anunciando su elección.
Felicidades internacionales y expectativas
Las reacciones internacionales a su elección no se hicieron esperar, siendo felicitado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, calificándolo como un "gran honor" para los Estados Unidos, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, instó a que su pontificado sea "portador de paz y esperanza".
Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky expresó su esperanza de que el Vaticano continúe brindando apoyo "moral y espiritual", mientras que su homólogo ruso, Vladimir Putin, afirmó su confianza en la continuación de la cooperación constructiva con el Vaticano.
Grandes desafíos por delante
La asunción del Papa León XIV, el Papa número 267 en la historia de la Iglesia, se produce en un momento en que la Iglesia Católica enfrenta múltiples desafíos, destacando la disminución de su popularidad en Europa y la necesidad de abordar los problemas de abuso sexual dentro de la institución eclesiástica.
También deberá lograr un equilibrio entre las diversas corrientes de la Iglesia, especialmente en medio de la disparidad entre la Europa secular y las regiones de rápido crecimiento del catolicismo.
Los observadores no pasan por alto el desafío de lidiar con la corriente romana que incluye opositores a las reformas del difunto Papa Francisco, además de la necesidad de gestionar las relaciones con el mundo en medio de los crecientes conflictos internacionales.
Un proceso electoral que refleja la moderación
El nuevo Papa fue elegido en el segundo