"New York Times": Presiones internas llevan a Jamenei a cambiar su postura y aceptar negociaciones con Washington.

Fuentes informadas del periódico "The New York Times" revelaron un cambio fundamental en la postura iraní hacia las negociaciones con Estados Unidos, después de intensas presiones ejercidas por altos funcionarios en Teherán sobre el líder supremo Alí Jamenei, advirtiendo sobre los riesgos de empeorar la crisis económica y las amenazas militares que podrían afectar al régimen.
Según las fuentes, se celebró una reunión secreta en marzo pasado que incluyó a Jamenei, al presidente Ibrahim Raisi, así como a los líderes del parlamento y del poder judicial, donde discutieron los peligros que acechan a Irán, especialmente con el deterioro económico, la caída de la moneda local y la escasez de servicios básicos como electricidad y gas.
Dos altos funcionarios iraníes, que pidieron no revelar su identidad, confirmaron que el liderazgo iraní advirtió claramente al líder sobre las consecuencias catastróficas de rechazar las negociaciones con Washington, incluyendo posibles ataques militares a las instalaciones nucleares en Natanz y Fordo, lo que podría agravar las crisis internas y amenazar la estabilidad del régimen.
Jamenei había declarado anteriormente su firme rechazo a cualquier diálogo directo con Estados Unidos, calificándolo de "error político", pero finalmente las presiones internas lo llevaron a retractarse de esta postura y aceptar iniciar conversaciones indirectas a través de un mediador omaní, con la posibilidad de desarrollarlas más adelante en negociaciones directas.
El 28 de marzo, Irán respondió oficialmente a una carta del presidente estadounidense Donald Trump, declarando su disposición a negociar, con la primera ronda de conversaciones programada para comenzar el sábado en Omán.
Hasta ahora, Teherán insiste en que las negociaciones sean indirectas, con intercambio de mensajes a través de intermediarios, mientras que Washington reafirma su intención de celebrar reuniones directas, considerando que cualquier avance hacia un diálogo directo entre las partes es un indicio de una gran concesión por parte de Irán, que durante años ha rechazado cualquier contacto público con los estadounidenses.
Este desarrollo ocurre en medio de circunstancias extremadamente complicadas, donde los expertos advierten que el fracaso de las negociaciones podría llevar a la región al borde del colapso, especialmente con el aumento de las amenazas militares y los disturbios internos en Irán.