Lo más destacado del discurso del presidente sirio Ahmed Al-Shara sobre los acontecimientos en Sweida, tras el anuncio del alto el fuego

En un discurso hoy sábado 19 de julio, el presidente sirio Ahmed Al-Shara advirtió sobre la peligrosidad de los recientes acontecimientos en la provincia de Sweida, describiéndolos como un "punto de inflexión peligroso" en el escenario sirio. Confirmó que los enfrentamientos entre grupos locales estuvieron a punto de salirse de control si no fuera por la rápida intervención del estado para contener la situación y evitar su empeoramiento.
El presidente Al-Shara explicó que el estado logró calmar la situación en Sweida a pesar de sus complicaciones, señalando que "la intervención israelí a través de ataques directos en el sur y el bombardeo de instituciones gubernamentales en Damasco llevó al país a una etapa de extrema peligrosidad", lo que requirió mediaciones estadounidenses y árabes para detener la escalada.
También señaló que la retirada del estado de algunas áreas de Sweida causó un vacío de seguridad que los grupos locales aprovecharon para lanzar ataques de represalia contra familias y tribus, lo que resultó en violaciones de derechos humanos y llevó a las tribus beduinas a movilizarse para levantar el asedio sobre sus hijos.
El presidente enfatizó que el estado "siempre ha estado al lado de Sweida después de la liberación de Siria, apoyándola políticamente y humanitariamente", considerando que el fortalecimiento de ciertos grupos en el extranjero y la transformación de la provincia en un campo de conflictos regionales "no sirve a los intereses de los sirios, sino que complica aún más las crisis".
Confirmó que el estado es el único garante de la soberanía de Siria y su dignidad, llamando a todos a unir fuerzas para superar esta etapa crítica. También elogió el papel estadounidense en apoyar soluciones diplomáticas, y las posturas de la Unión Europea, Rusia y China que rechazan la agresión israelí.
En un contexto relacionado, el presidente Al-Shara elogió el papel nacional de la comunidad drusa, advirtiendo contra la generalización de juicios sobre sus hijos debido a "acciones de una minoría que no representa la historia ancestral de los drusos", afirmando que Sweida "seguirá siendo una parte arraigada del estado sirio".
Concluyó su discurso reafirmando el compromiso del estado de proteger a todos los componentes sirios y de responsabilizar a los transgresores, llamando a "dar prioridad a la voz de la razón" y dar espacio a los sabios para contribuir a la solución de la crisis. También reiteró su rechazo a los proyectos de división, afirmando que la fuerza de Siria radica en la cohesión de su pueblo y sus relaciones regionales e internacionales.