Un estado de indignación en las calles sirias... exigiendo justicia transicional.

El ex líder en lo que se conoce como la Defensa Nacional, Khalid Al-Fares, regresó a su granja en el pueblo de Ghazala en la campiña de Homs bajo estricta vigilancia de la seguridad pública, después de llevar a cabo varios crímenes durante el régimen caído, tras realizar un "acuerdo" misterioso según lo describen los sirios.
Al-Fares está acusado de estar implicado en varias masacres brutales, incluidas la "Masacre de la Hora de Homs" y la "Masacre de Baba Amr", donde activistas han difundido amenazas a familias que exigieron su rendición de cuentas, diciendo "Compré la cabeza más grande en Misrata".
Este incidente y otros similares han generado indignación en las calles sirias, donde los sirios sienten que la justicia transicional no es imparcial y no cumple con las demandas del pueblo sirio de una vida justa y digna.