Escalada de la crisis entre California y Washington tras el allanamiento de una granja de cannabis y protestas violentas

California presenció enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas federales el jueves, luego de un allanamiento sorpresa a una granja de cannabis con licencia en el área agrícola de Camarillo, lo que desencadenó un fuerte enfrentamiento verbal entre el gobernador del estado, Gavin Newsom, y la administración del presidente Donald Trump.
En detalle, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) llevaron a cabo el allanamiento de la granja, utilizando gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de trabajadores y activistas manifestantes. Activistas publicaron videos que mostraban enfrentamientos entre ambas partes entre nubes de humo blanco, según informó la red "NewsMax".
En respuesta, Newsom _uno de los principales candidatos presidenciales para 2028_ atacó a la administración federal con un tuit contundente, donde escribió:"Niños corriendo del gas lacrimógeno, llorando en teléfonos porque sus madres fueron sacadas de los campos. Trump me llama 'basura', pero él es la verdadera basura."
La controversia aumentó cuando la cuenta oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) respondió a Newsom con una pregunta directa: "¿Por qué los niños trabajan en una instalación de marihuana, Gavin?"
Rodney Scott, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, afirmó en una publicación que las investigaciones revelaron violaciones graves, diciendo: "Última hora: Se encontraron 10 menores en esta instalación de marihuana, todos ellos inmigrantes ilegales, 8 de ellos sin acompañantes. Ahora están siendo investigados por violaciones de trabajo infantil. Esa es California, Newsom."
La crisis superó la confrontación verbal cuando se mostraron imágenes desde un helicóptero de un manifestante disparando a agentes federales. El fiscal general de EE. UU., Bill Essailey, ofreció una recompensa de $50,000 por información que conduzca a su captura.
La oficina de Newsom calificó los allanamientos como "inhumanos", señalando que causaron "caos, miedo y terror" bajo las directrices de la administración Trump, afirmando que tienen un "costo real en familias y comunidades trabajadoras, incluidas las comunidades de trabajadores agrícolas."
Por su parte, la empresa Glass House Brands, propietaria de la granja, negó cualquier infracción y emitió un comunicado confirmando su plena cooperación con las autoridades, indicando su cumplimiento con las órdenes de inspección emitidas por la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE).
La crisis continúa en medio de acusaciones cruzadas y creciente tensión entre las autoridades locales y federales, mientras las investigaciones sobre violaciones de trabajo infantil y la inmigración ilegal continúan.