El aumento de las violaciones contra los niños en Sudán con la continuación de la guerra.

La UNICEF confirmó que la guerra en Sudán durante los últimos dos años ha exacerbado graves violaciones contra los niños, con un aumento impactante del mil por ciento en comparación con años anteriores.
Esto fue declarado en un comunicado emitido por la directora ejecutiva de la organización, Catherine Russell, el lunes 14 de abril, advirtiendo sobre las consecuencias del conflicto continuo en la vida de millones de niños.
El comunicado señaló un aumento en casos de asesinato, mutilación, secuestro, reclutamiento forzado y violencia sexual contra niños, con estas violaciones extendiéndose por todo el país.
Según los datos de la UNICEF, considerados inferiores a la realidad, el número de niños víctimas aumentó de 150 casos confirmados en 2022 a alrededor de 2776 casos durante los años 2023 y 2024. También aumentaron los ataques a escuelas y hospitales de 33 ataques documentados en 2022 a 181 ataques en los dos años siguientes.
En estas circunstancias, el número de niños necesitados de ayuda humanitaria se ha duplicado, pasando de 7.8 millones a principios de 2023 a más de 15 millones en la actualidad.
Russell describió la crisis en Sudán como "la peor a nivel mundial", expresando su preocupación por la negligencia internacional hacia ella. Hizo un llamado a no abandonar a los niños de Sudán, especialmente con 462 mil niños en riesgo de desnutrición severa entre mayo y octubre próximos.
Por su parte, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su preocupación por la continua llegada de armas y combatientes a Sudán, lo que intensifica el conflicto y su propagación.
En un comunicado de Guterres al acercarse el tercer año de guerra, advirtió sobre las consecuencias de la continuación del conflicto, diciendo: "El apoyo externo y el flujo de armas deben detenerse de inmediato, y las partes influyentes deben utilizar su poder para poner fin al sufrimiento en lugar de empeorarlo".
Guterres afirmó que poner fin al conflicto es la única forma de proteger a los civiles, en un momento en que el país enfrenta una de las peores crisis humanitarias, con más de 13 millones de desplazados y decenas de miles de víctimas, además de la propagación de la hambruna en varias regiones.