La aerolínea nacional rusa Aeroflot fue objeto hoy lunes de un amplio ataque cibernético que resultó en la cancelación de más de 40 vuelos, la mayoría dentro de Rusia, además de vuelos con destino a Minsk y Ereván. El incidente ocurrió en plena temporada de vacaciones, causando trastornos en el aeropuerto de Sheremétievo en Moscú, donde las pantallas de salida se volvieron rojas con cancelaciones consecutivas de vuelos.
Aeroflot anunció que la falla fue causada por un fallo en sus sistemas informáticos, sin especificar el tiempo necesario para reparar el problema, y hasta el momento no ha habido comentarios inmediatos por parte del Ministerio de Transporte o la autoridad de aviación rusa.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que la información inicial es "extremadamente preocupante" y que el riesgo de ataques cibernéticos sigue siendo una amenaza para todas las grandes empresas que prestan servicios a la población. Añadió: "Estamos monitoreando la información que circula en el dominio público y esperaremos las aclaraciones necesarias".
Más tarde, la fiscalía rusa anunció la apertura de una investigación criminal sobre el incidente, confirmando que fue resultado de una violación de datos.
Además, un grupo autodenominado "Silent Crow" se atribuyó el ataque y anunció que lo llevó a cabo en colaboración con el grupo bielorruso "Cyberpartisans BY", en una operación que afirmaron duró un año completo, relacionándola con la guerra en Ucrania. En su declaración, expresaron: "¡Gloria a Ucrania! ¡Viva Bielorrusia!", sin que se haya verificado su veracidad de forma independiente.