Inicio de conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos en Ginebra.

La reunión de Bessent con He en Ginebra llega después de semanas de creciente tensión que ha llevado a un aumento significativo en los aranceles a las importaciones entre las dos economías más grandes del mundo, superando el 100%.
El conflicto comercial, junto con la decisión del presidente estadounidense Donald Trump el mes pasado de imponer aranceles a decenas de otros países, ha perturbado las cadenas de suministro, sacudido la estabilidad de los mercados financieros y avivado los temores de una aguda desaceleración económica mundial.
No se reveló el lugar de las conversaciones en Ginebra, el centro diplomático suizo, pero testigos vieron a las delegaciones de China y Estados Unidos saliendo de la residencia del embajador suizo ante las Naciones Unidas en la exclusiva suburbio de Colonia durante la hora del almuerzo.
Washington busca reducir el déficit comercial con Pekín y convencer a China de abandonar lo que Estados Unidos considera un modelo económico que depende en gran medida de aumentar las exportaciones en comparación con las importaciones y de contribuir más al consumo mundial, un cambio que requiere reformas internas que generan sensibilidades políticas.
Pekín ha rechazado lo que considera una interferencia externa. Washington exige la reducción de aranceles, aclarar qué desea comprar más China y tratarla como un igual en el escenario mundial.