El Ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina respondió en los términos más enérgicos, calificando las declaraciones israelíes como "racistas y contrarias a la paz", al exigir el establecimiento de un estado palestino en territorio saudí.
En un comunicado, el ministerio consideró que estas declaraciones son "una flagrante violación del derecho internacional y de las resoluciones de las Naciones Unidas y su Carta, y una agresión a la soberanía, seguridad y estabilidad del Reino de Arabia Saudita y de todos los países árabes".
Además, reafirmó su apoyo constante a Arabia Saudita en la lucha contra las campañas de incitación israelíes.
El ministerio también instó a la comunidad internacional y a todos los países del mundo a condenar estas declaraciones "contrarias a la paz".
Esta respuesta del ministerio fue una reacción a las demandas ilegales de Netanyahu de expulsar a los palestinos y establecer un estado para ellos en territorio saudí.