El jefe de la ONU pide detener las operaciones militares "injustificadas" en la costa siria y advierte sobre sus consecuencias humanitarias.

El jeque Hakmat Al-Hajri, líder espiritual de la comunidad musulmana drusa, llamó a detener de inmediato las operaciones militares "injustificadas" en la costa siria, advirtiendo sobre la continua pérdida de vidas inocentes y el empeoramiento de la crisis humanitaria en la región.
Esto se mencionó en un comunicado de Al-Hajri, en el que hizo un llamado a "los hermanos en la misma patria", enfatizando la necesidad de respetar la ley y las normas internacionales, y detener el derramamiento de sangre que amenaza el futuro de Siria.
Al-Hajri afirmó en su comunicado que "la costa siria está ardiendo, las vidas de los inocentes se pierden sin piedad, mientras la gente huye en busca de refugio de las llamas de una guerra implacable".
Añadió que "estas operaciones militares injustificadas solo traen más sangre y agitación", rechazando "este asesinato premeditado" que va en contra de los principios de humanidad y fraternidad.
Alentó a todas las partes a "acatar la ley, los principios y las normas internacionales, así como los principios religiosos que prohíben matar a inocentes y civiles", asegurando que "cualquier culpable debe ser responsabilizado bajo el amparo de la ley, la justicia y la equidad, lejos del lenguaje de la violencia y la venganza".
El jeque instó a los países garantes de las partes en conflicto a asumir sus responsabilidades y tomar medidas inmediatas para detener la tragedia humanitaria sin vacilación ni duplicidad de estándares.
Al-Hajri advirtió sobre las consecuencias de la continuación de la violencia, diciendo: "El fuego que arde bajo consignas sectarias quemará toda Siria y su gente", instando a los sensatos de todas las partes a "intervenir de inmediato para detener el derramamiento de sangre y evitar que el país caiga en un abismo sin retorno", y afirmó que "las disputas deben resolverse en mesas de diálogo, no en campos de batalla y matanza de inocentes".
Al-Hajri señaló que los drusos han sido y seguirán siendo "promotores de la paz", expresando su sueño de una patria "que abrace a todos y deje a sus hijos un futuro que no los lleve a campos de batalla".
Hizo un llamado a "apagar el fuego del odio" y "recordar que la humanidad es el denominador común que nos une a todos, por encima de cualquier afiliación o diferencia", instando a detener las campañas de incitación premeditadas que buscan avivar la discordia, y asegurando que "nuestro papel es ser promotores del amor y la paz, no de un sistema de asesinato y crimen".
Al-Hajri concluyó su llamado con la necesidad de "detener el fuego y poner fin a la lucha fratricida", instando a los hijos de Siria, a los líderes locales e internacionales, y a las Naciones Unidas a "asumir su papel en la resolución de los conflictos, detener la matanza y promover la paz de manera inmediata y urg