La Baluosa advierte sobre un proyecto divisivo dirigido a Sweida y llama a una investigación urgente sobre las violaciones

Laith Al-Baluosa, un líder en "Coalición de los Hombres de la Dignidad", confirmó que la provincia de Sweida está experimentando una fase difícil y dolorosa en la que los civiles, incluidas mujeres, niños y ancianos, están siendo víctimas de violaciones sangrientas, expresando sus condolencias a todas las familias que han perdido a sus seres queridos, y pidiendo oraciones por las almas de las víctimas y por la protección de la sangre restante de los sirios.
Al-Baluosa condenó enérgicamente en sus declaraciones "los derramamientos de sangre en Sweida en los términos más enérgicos", responsabilizando completamente a "todos los que han involucrado a los hijos de la comunidad drusa en conflictos externos destinados a desgarrar el tejido sirio y lograr agendas hostiles". Afirmó que "los hijos de la comunidad drusa son una parte auténtica del pueblo sirio y deben ser tratados en consecuencia, lejos de cualquier consideración religiosa o sectaria".
También elogió las posturas de los líderes y referentes de la provincia que han expresado su apoyo al estado y han llamado a "mantener la calma, rechazar el discurso incendiario y la apropiación del destino", señalando que "lo que se pretende para Sweida es el comienzo de un proyecto más amplio que apunta al resto de las regiones", y llamó a todos a "rechazar la discordia y la división".
Al-Baluosa instó al estado sirio a "asumir plenamente sus responsabilidades y abrir una investigación urgente sobre las violaciones contra los civiles, trabajar para evitar su repetición y garantizar la seguridad de los ciudadanos", y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU "tomar decisiones que apoyen la estabilidad de Siria y respalden al estado en su enfrentamiento contra proyectos destructivos".
Explicó que "Coalición de los Hombres de la Dignidad" ha presentado iniciativas desde la caída del régimen de Assad "para preservar la seguridad de Sweida y evitar derramamientos de sangre", pero fueron recibidas con "rechazo por parte de quienes optaron por tomar decisiones unilaterales en nombre de la comunidad", lo que ha llevado a la situación actual, señalando que "la entrada del estado en algunas áreas se produjo después de la notificación de los referentes que no informaron a nadie al respecto, por razones que siguen siendo misteriosas".
Hizo hincapié en la necesidad de distinguir entre "quienes portan armas por necesidad para defender a sus familias y quienes siguen agendas externas con el objetivo de causar sabotaje", afirmando que "proteger a los civiles en todas sus facetas es responsabilidad del estado", y que "las fuerzas nacionales en Sweida han sido fundamentales para consolidar el alto el fuego".
Llamó a una "coordinación directa entre las fuerzas nacionales y el estado para entregar ayuda y servicios y acelerar la recuperación", rechazando "generalizar una imagen negativa sobre los miembros de la comunidad", y afirmando que son "un componente nacional arraigado que ha contribuido a la construcción del estado y ha sido parte de las batallas por su soberanía".
Al-Baluosa concluyó su declaración instando a los habitantes de Sweida a ser "verdaderos socios en la implementación del alto el fuego y la protección de los civiles, y a contribuir a la solución política", considerando los ataques contra "la tumba y el santuario del mártir Sheikh Abu Fahd Wahid Al-Baluosa" como un acto de incendio y robo "una afrenta a la dignidad nacional y espiritual de la montaña", calificándolos de "comportamiento agresivo de facciones bárbaras que niegan todos los valores".