Los patriarcas en Siria emitieron una declaración conjunta sobre los recientes eventos en el interior de Siria.
En la declaración se menciona: "Siria ha presenciado en los últimos días un peligroso aumento de la violencia, la tortura y el asesinato, que ha resultado en ataques contra ciudadanos civiles inocentes, incluyendo mujeres y niños, además de agresiones a hogares, robos y saqueos, en escenas que reflejan el sufrimiento bajo el cual el pueblo sirio se encuentra".
Agregaron: "Las iglesias cristianas condenan firmemente cualquier acto que afecte la paz civil, rechazan y condenan las masacres dirigidas a ciudadanos inocentes, y enfatizan la necesidad de poner fin a estas acciones horribles que van en contra de todos los valores humanos y éticos".
En su declaración, las iglesias instaron a acelerar la creación de condiciones propicias para lograr la reconciliación nacional entre los ciudadanos sirios, "y trabajar para asegurar un clima que permita la transición a un estado que respete a todos sus ciudadanos, estableciendo una sociedad basada en la igualdad de ciudadanía y una verdadera asociación, lejos de la lógica de la venganza y la exclusión".
Continuaron: "Al mismo tiempo, reafirman la unidad del territorio sirio, rechazando cualquier intento de dividirlo".
Las iglesias también instaron a todas las partes involucradas dentro de Siria "a asumir sus responsabilidades para detener la espiral de violencia y buscar soluciones pacíficas que preserven la dignidad humana y la unidad nacional".
La declaración concluyó con: "Oramos para que Dios proteja a Siria y a su pueblo, y para que la paz prevalezca en sus tierras".
La declaración fue emitida por:
- Juan X
Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente para los ortodoxos.
- Ignacio Efrén II
Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente para los sirios ortodoxos y jefe supremo de la Iglesia siriana ortodoxa en el mundo.
- José Absi
Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente para los católicos melquitas.