Un informe del Washington Post revela el peligro de la crisis económica en Siria.

El periódico mencionó que la destrucción causada por 13 años de guerra en Siria ha provocado un colapso significativo en varios sectores de servicios, especialmente en el sector eléctrico después de que Irán suspendió el suministro de petróleo tras la caída del régimen de Assad.
Según el Banco Mundial, la economía siria ha disminuido en un 85% durante los años de guerra, y actualmente más del 80% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
Según el Washington Post, los expertos afirman que el gobierno actual debe tomar medidas urgentes para acelerar la producción de energía y evitar la preocupación y la ira del pueblo sirio. Sin embargo, dada la precaria situación de las arcas del estado y la debilidad de los suministros, es incapaz de lograr avances en servicios y economía sin la ayuda externa condicionada a levantar el embargo sobre Siria.
A pesar de que Estados Unidos ha suspendido algunas sanciones después de la caída de Assad para facilitar la llegada de ayuda humanitaria, aún espera que el nuevo gobierno demuestre priorizar los estándares democráticos y la inclusión de minorías antes de levantar todas las restricciones, que principalmente afectan al sector bancario en Siria.